La corrida llamada «de la oportunidad» reúne a seis toreros cuyos contratos son poco frecuentes. Cada uno debe dar lo máximo en cada pase, ya que no hay una sesión de recuperación.

Como el año pasado, la comisión taurina confió en Morenito de Aranda para abrir el cartel y que se tomó muy en serio su papel de jefe de lidia. Estuvo presente toda la noche para acompañar a cada torero. Felicitaciones a él por su desempeño. Una vez más, el torero béarnais Dorian Canton se destacó y confirmó sus buenas habilidades de esta temporada, encadenando éxitos. Alrededor de 3/4 de la plaza, tiempo adecuado. Presidencia de George Lecloux.

Los toros de Pedraza de Yeltes, presentados correctamente y con comportamientos variados, les faltó un poco de combatividad para algunos. El primero fue el mejor pero débil, y el último noble y móvil.

Morenito de Aranda (ovación tras aviso) salió a recibir a su oponente a porta gayola y continuó con verónicas decididas. El Pedraza fue poco picado pero empujó al caballo. Después de brindar a los ganaderos, comenzó de rodillas y continuó con derechazos precisos frente a un oponente discapacitado en el tren delantero pero mostrando un fondo de nobleza y casta. Desafortunadamente, perdió la recompensa al prolongar el descabello.

Sebastián Ritter (ovación después del aviso) dejó una copia bastante desordenada a pesar de las ganas de hacerlo bien frente a un oponente corto de carga y complicado. Sufrió una voltereta sin gravedad al final de la faena.

Daniel Crespo (ovación) se enfrentó a un toro potente en la caballería, pero que no se empleó mucho, tratando solo de levantar el caballo por las patas. Realizó una faena exclusivamente derechista y ligó series sinceras. Intentó un acercamiento a la izquierda y recibió una voltereta, lo que lo obligó a quedarse a estribor. Se tuvo que conformar con un simple saludo después de un acto supremo aproximado.

Ángel Téllez (silencio) fue muy discreto frente a un animal mal picado al principio y que resultó muy débil. Sin opciones, terminó con un feo bajonazo que incluso fue aplaudido por algunas personas… ¡ah, bueno!

Juanito (silencio después del aviso) el joven portugués se enfrentó a un oponente de seis años sin mucha combatividad, rápidamente desmoralizado y que se fue a las tablas. Faena sin sabor, sin encontrar soluciones antes de conocer fallas con las armas.

Dorian Canton (2 orejas), animado por el público antes de la salida del toro, recibió con verónicas a su ejemplar. Mostró mucha precisión en sus movimientos, sin ninguna floritura. Respondió al quite de Morenito de Aranda con serenidad. Tras una nueva excelente actuación de Manolo de los Reyes en las banderillas, comenzó por abajo y dejó un poco de distancia con su oponente. Enlazó series ritmadas con dominio. Recibió un pequeño enganchón y tuvo la agilidad de hacer su propio quite. Terminó con naturales ajustados y concluyó con una estocada efectiva hasta la empuñadura con un efecto rápido.