El diestro francés hace balance de una temporada 2023 marcada por las lesiones.
Dorian Canton demostró una gran envergadura de su toreo en 2022 cortando dos orejas en Bayona a un astado de Pedraza. El 2023 pintaba su año, cortó un rabo en una fiesta campera y una oreja de peso en Aignan. Una lesión en la muñeca truncó tres de las siete corridas que le esperaban.
‘En la temporada ha habido un poco de todo. El balance general ha sido positivo. Dentro de lo malo pude torear en Mont de Marsan, que ha sido una de las citas más importantes de la temporada. Además, fue un cartel soñado desde niño, con Castella y Daniel Luque. Corté una oreja. Luego vino Bayona, que fue la tarde más completa que he tenido como matador de toros. Faltó la espada si no habría salido a hombros’, afirma Dorian Canton evaluando su año desde la mirada más positiva.
En cuanto a lo negativo, ‘primero me lesioné el gemelo. Estuve un tiempo de recuperación. Cuando volví y empecé en buen momento me lesioné la mano y me perdí todo el mes de junio y parte de julio con tres corridas’, asegura contrariado.
Por ahora Dorian Canton sólo ha podido torear en Francia, donde ya obtiene la admiración de los aficionados. Su estilo toreando es un valor seguro. ‘Mi concepto lo definiría como clásico, vertical, poderoso… o por lo menos es lo que busco. Desearía llegar a la cima y poder demostrar lo que llevo dentro a la afición. Por ello entreno cada día’.
Y cada día lucha por su pasión, uno de los alicientes para ello es tener claro sus objetivos a corto y largo plazo. De momento, sabe cuál es su principal meta este 2024. ‘Me gustaría poder torear en España, todavía no he podido presentarme como matador en el país. Me encantaría estar en la Copa Chenel, es un certamen que admiro y sería una oportunidad de demostrar a la afición española mi concepto. El año pasado intenté entrar, ojalá éste pueda ser. Es mi objetivo primordial para 2024. Es un certamen que da mucha visibilidad y sería una oportunidad tremendamente buena’, afirma rotundo.