Bayonne

Dorian estaba en el cartel de esta sorprendente corrida concurso.

Dorian desfilaba junto a Domingo Lopez Chavez, Sergio Flores, Miguel Angel Pacheco, Juan Ortega y Adrien Salenc, frente a seis toros de diferentes ganaderías con capotes y armaduras muy dispares. Desde el mastodonte hasta el "toro novillo" y desde el "Boeing 747" hasta el "ULM": un Murube "malabar" de 603 kg para Lopez Chavez; un Valdefresno de 509 kg con un frontal XXL para Flores; un Retamar de 498 kg para Pacheco; un Irribaren de 532 kg para Ortega; un Los Maños de 496 kg para Sallenc; y un autobús de Pedrès de 605 kg para Dorian. Paradójicamente, fueron estos dos novilleros quienes ofrecieron los mejores momentos de la tarde. Morenito de Aranda, un gran jefe de lidia, abrió bien los debates, pero perdió una recompensa entrevista a los aceros.

Dorian sale en sexta posición. ¡Recibe a "Dormido", el más pesado de la tarde! Un autobús de 605 kg de la ganadería Pedrès, espléndido de estructura.

Con el capote, lo recibe con mucho temple y elegancia. Después de dedicar su toro al público, Dorian comienza su faena sentado en el estribo y continúa con mucho esteticismo, la mano sobre la barrera. Con una sorprendente seguridad, calma y sangre fría, realiza muletazos de gran clase a un toro que frena. Anoche se necesitaba una licencia de conducir de camión para llevar al Pedrès alto y largo como un autobús. Al alargar al máximo el pase, como lo hizo Dorian, aún quedaban veinte asientos traseros y el portaequipajes por pasar.

Muy pronto, el Pedrès se vuelve tardo.

El toro lanza miradas furtivas a los calcetines rosados de Dorian. A la izquierda, el toro tampoco es claro en el cuello. Tiene la cabeza buscando. Sin transmisión, el toro se descompone poco a poco. Demasiado pesado, le falta fuerza, se queda a media altura y se vuelve cada vez más astuto.

Después de varios intentos meritorios en ambos pitones, Dorian debe resignarse a tomar la espada.

Mata de un tres cuartos de espada en el tercer intento.